20081223

estar en presencia de dios

“En el principio creo Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía por encima de las aguas. Y dijo Dios: Hágase la luz; y la luz se hizo. Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas.”
Con esta frase del "Génesis" el arquitecto Japonés Tadao Ando crea una de sus mejores obras, ubicada en una escondida esquina de un suburbio residencial de Ibaraki, Osaka, y por la cual recibió el premio PRITZKER. Fácilmente se puede comprobar que es bien merecido.


Con la máxima austeridad de formas y materiales, con la pureza de las líneas y del conjunto arquitectónico, Ando configura un espacio pensado para tocar a Dios, o mejor dicho, para ser iluminado por Dios mismo.
El corazón más ateo se sobrecojería y se convertiría en un devoto cruzado si despertase un atardecer frente al altar de esta maravilla de la arquitectura.
Y es que la luz es el, aunque esto parezca imposible, el principal material de esta obra arqutiectónica, haciendola no solo diferente, si no única. Ni una catedrál gótica como la Saint Chapelle consigue que la cruz brille en el corazón de un atéo como la hace este simple múro de hormigón con una limpia y sencilla, pero grandiosa, abertura cruciforme.
Por que el hombre es así, y se sobrecoge cuando la belleza de lo sencillo y puro le derrite el alma en un éxtasis para los sentidos y, mejor aún, para el intelecto.
La austeridad, como obra de buen cristiano, también caracteriza este conjunto de iglesia y capilla anexa, en las que el mobiliario se ha fabricado con las maderas de encofrado del hormigón de la misma iglesia.
Desde luego el hombre tiende a creer en Dios para conseguir respuesta facil a grandes y difíciles preguntas, así como para controlar y organizar a una sociedad, pero es que algunas veces el hombre no puede evitar creer.Luz, el Sol. Tantos siglos se le consideraba Dios, y es que siempre, por grandioso, por padre de la vida, se le adjudicará este papel, y Tadao Ando lo tenía claro. Chapó Sr.Ando, es usted un genio!