20081011

la estética como esencia del hombre.

"La estética es la rama de la filosofía sobre la percepción humana de la belleza". "Es una de las características inmanentes del hombre". Immanuel Kant.
La percepción de la estética es claramente propia de la condición humana, es, por tanto, otro de los rasgos que nos diferencian del resto de los animales, ergo, es otra de las capacidades que nos elevan sobre la cadena alimenticia y las leyes de Darwin.
Esta percepción, como los instintos animales que dormitan en nuestro interior salvaje, es innata, pero la sociedad y la educación no la duermen como a los anteriores si no que la doman, la modifican, la determinan, como al resto de nuestro ser. La percepción de la belleza es afectada por la forma de ver las cosas de la sociedad en la que vivimos.
Lo hermoso, lo bello, lo agradable a la vista, lo confortable del espacio, son conceptos que muchas veces no sabemos definir pero que se nos revelan en cuanto los podemos apreciar inundando nuestra mente del placer de lo que burdamente se llama "bonito".
Se dice que los límites del lenguaje son los límites del pensamiento, sin embargo la belleza no tiene límites, y su apreciación tampoco. La compresión de la misma es otra historia.
Saber por qué y cómo apreciamos tales dones superiores ha sido para muchos filósofos y pensadores igual de importante que la definición de lo que es la libertad, y sin embargo, como éste último concepto, sigue siendo tan relativa...
Desde la prehistoria hasta el renacimiento el el arte, su estética, era simbólico, cada sociedad conocía sus símbolos, los comprendía y los consideraba hermosos. Con la llegada del renacimiento las sociedades occidentales, con la aparición del dibujo en perspectiva, la estética marcó que lo hermoso en las artes era la imitación de la naturaleza, llegando en el barroco, de la mano de Velazquez, a la perfección de la imitación de la misma realidad. Pero síglos después una vez más nuestra forma de ver las cosas, la estética de nuestra sociedad, cambió con la aparición de la fotografía. La imitación de la naturaleza ya no era necesaria ni meritoria, para eso existían las fotos. Entonces el arte alcanzó un nivel intelectual superior. Con "las señoritas de Avignon" de Picasso, nace la intelectualización del arte. Hoy en día lo hermoso no es solo la forma, si no su valor añadido.
La arquitectura y las artes actuales se centran en eso. La estética actual nos permite apreciar y degusar la belleza de lo estrambótico, lo extraño, lo deforme, pero lo que, en el fondo, significa o simboliza algo más. El funcionalismo adoptado tras las guerras mundiales debido a una época de crisis global ha sido olvidado en nuestra sociedad de la opulencia y la ostentosidad. En una sociedad en donde "luxury is not shopping" el despilfarro y las formas megalíticas seducen al ciudadano medio tras máscaras de energía renovable. Quien sabe que etética nos marcará el futuro.
Pero hay algo que se escapa a cualquier estudio y que siempre será bello, esto es, la mujer. Su definición es lo que el hombre nunca será y anhela tener, su estética es siempre perfecta. Sus curvas, su composición, sus proporciones, dominan y someten al hombre más poderoso. Su tacto nos esclaviza y, si lo deséa, nos quita el alma.Como siempre dice un servidor; El hombre nació para dominar el mundo, la mujer para dominar al hombre.